top of page
Foto del escritorColo

¿Puede un lugar "vivir del turismo" sin al mismo tiempo "morir" por sobre-explotación turística?

¿Quién no ha escuchado decir sobre algún lugar extremadamente turístico “ese lugar vive del turismo”? Es algo que oímos en las noticias, estudiando economía, del pariente que viajó a ese lugar… pero, ¿qué tan real es esa afirmación? y ¿puede un lugar “vivir del turismo” sin al mismo tiempo “morir” por sobre-explotación turística?


Con el veraneo partiendo y el colapso invisible de muchas zonas a lo largo de Chile, en especial del litoral, por la llegada abrupta de los turistas, quisimos hablar directamente con una empresa que nos encanta, quienes están innovando en Gestión de Destinos Turísticos. Se trata de la organización Cuidadores de Destinos, junto a quienes logramos indagar más en la realidad que plantea el turismo y cómo ser turistas más conscientes.


Conversamos con dos integrantes, co-fundadores de la organización, Karen Luz Córdova y Marco Lucero.


Con la llegada de la pandemia se cancelaron vuelos, cruceros, todo tipo de viajes, viajar dejó de ser una posibilidad en gran medida. En ese minuto se dieron cuenta de que era la oportunidad de reimaginar y repensar el turismo. Así, fundaron Cuidadores de Destinos, impulsando en Latinoamérica el cambio de paradigma desde uno que “pone al turista al centro, a uno donde en el centro, envés, están el bienestar de las personas y la naturaleza, y los cuidados, cuidar(nos) a los residentes, la naturaleza.” (Marco)


Karen Luz y Marco, apasionadísimos por el tema, llegaron de lleno a contarnos del proyecto en el que trabajan actualmente, en el litoral central. Ahora, están generando el relato territorial de la provincia de San Antonio, desde Santo Domingo a Algarrobo. Nos señalan que casi siempre, los relatos son pensados desde el punto de vista del visitante, en cambio ellos están haciendo un retrato literario y visual de lo que significa ir a visitar un territorio, el relato entonces, se enfoca en el bienestar de los residentes y de la naturaleza.


Volvamos a la pregunta inicial: ¿qué tan real es que un lugar vive del turismo? Cuidadores de Destinos nos cuenta que esto se basa en ciertos indicadores como número de visitantes, gasto y estadía promedio por visitante para entender los beneficios económicos que trae el turismo al lugar. Sin embargo, estos indicadores no permiten ver los impactos que genera la actividad turística y pueden ser engañosos en lo que realmente deja en términos económicos en la localidad.


Por ejemplo, el gasto de los visitantes no necesariamente se queda en la localidad. Hay “fuga económica” cuando vienen turistas, pero gastan en servicios de afuera, porque compran packs turísticos de empresas extranjeras, viajan en líneas aéreas, duermen en hoteles, compran bebidas y productos y comen en restaurantes de afuera, el aumento de servicios requeridos los abastecen empresarios que no necesariamente son de la localidad y llega mucho trabajador temporal desde otras regiones y/o países. Ellos proponen utilizar indicadores que midan el bienestar de los residentes, la naturaleza y el territorio en general. Por ejemplo:


  • Índice de satisfacción de la comunidad local con la actividad turística

  • Uso de bienes e infraestructura turística por la comunidad local

  • Porcentaje de proveedores locales vs bienes importados en el destino.

  • Índice de calidad y diversidad de empleos que ofrece el turismo a la comunidad local


Además, sugieren fijarse en cosas como cuántos niños juegan en las plazas y si los habitantes se relacionan entre sí, o cómo son las formas en que la gente interactúa, es decir hacer análisis de tipo paisaje y analizar lo que ocurre en esos lugares todo el año, considerando tejidos sociales, infraestructura, servicios, etc.


Karen Luz y Marco nos recuerdan que debemos ser críticos con los datos y comprender que tienen sesgos de acuerdo a lo que se quiere medir o mostrar. Nos cuentan también que respecto a premios a mejores lugares turísticos, como el reciente nombramiento del Parque Nacional Torres del Paine como «Mejor atracción turística natural» de Sudamérica también pueden ser engañosos. Hay todo un marketing detrás de ellos para que el lugar sea seleccionado. Estos premios traen consigo consecuencias como la saturación de los lugares, invisibilizan otros atractivos locales y bajan perfil a la cultura, historia, procesos degradativos del territorio, etc, en consecuencia, generan impactos negativos sobre las costumbres y los patrimonios naturales, históricos, geológicos y culturales.


Cuidadores de Destinos se enfoca en poner a los habitantes y al territorio en el centro para que puedan vivir la vida que quieren, de esta manera se promueve el turismo como una herramienta y no como un fin en sí mismo. En los territorios en que trabajan hacen para los residentes un taller parecido al “Contexto Holístico” que hacemos en ganadería regenerativa, llamado “Memorias del futuro,” en el cual hacen “un viaje” al pasado para identificar lo que no quieren perder y otro al futuro para explicar sus anhelos y usar estas reflexiones como base de la planificación territorial que buscan impulsar.


En la planificación territorial, los municipios cumplen un rol fundamental ya que la forma de poner orden es a través de la ordenanza municipal. Por supuesto, los habitantes de cada lugar también cumplen un rol fundamental ya que tienen el poder de impulsar los cambios. En el caso de habitantes de zonas urbanas turísticas, por ejemplo, se debe impulsar la vida de barrio y el rescate arquitectónico, cultural, histórico, de patrimonio local (material e inmaterial), etc., para así potenciar los espacios más cercanos e incorporarlos en la planificación. Con ello se busca que el visitante logre conocer el lugar, se impregne del contexto que está visitando y tenga diversas alternativas para conocer y poder aportar a su propio conocimiento y a la economía local del territorio.


El turismo no va a detenerse antes de que los territorios tengan sus propios cuidadores de destinos, y los turistas también deben ser cuidadores de destinos, por eso Karen Luz y Marco nos dejaron consejos para ser viajeros conscientes y hasta regenerativos.


  1. Antes de viajar, reflexionar y preguntarse:

    1. ¿Por qué y para qué voy a viajar?, ¿Cómo llegaré al lugar? ¿Qué experiencias quiero tener en el lugar al que visito?

  2. Elige un destino no saturado ni sobreexplotado por el turismo

  3. Antes de viajar y durante el viaje, preguntarse:

    1. ¿Qué es lo que puedo controlar como viajero para que el territorio al que visito pueda potenciarse y regenerarse?

  4. Preocúpate de tu huella de CO2, ecológica y de agua

  5. Elige local (Alimentos, hospedajes, servicios, etc)

  6. Apoya el patrimonio cultural y natural, visitando museos locales, casas de artistas locales, áreas protegidas como reservas nacionales, parques nacionales, para conocer el valor natural y especies locales.…

  7. Conversar con los residentes y locales, para lograr conocer y respetar sus costumbres y tradiciones, y estar atentos a su percepción respecto al turismo en el lugar que habitan.

  8. Revaloriza los lugares que visitas, conectándote genuinamente con el espacio.

  9. A veces, los habitantes pueden olvidarse del valor del lugar que habitan, recuérdales el valor de sus propios espacios y refréscales la belleza e importancia del lugar en el que habitan, comparte tus experiencias, que tu viaje sea un intercambio cultural y de vida.

@CuidadoresdeDestinos: Al planificar un viaje...


Es hermoso ver como las distintas áreas y metodologías se van uniendo a través de un mismo hilo que es la regeneración. Las conversaciones siguen y con ellas, un mismo relato que esperamos seguir cocreando.


Aquí y aquí pueden ver todo sobre Cuidadores de Destinos.

 

Escrito por: Colomba Dumay


Colomba Dumay es parte de Regenerativa desde 2020, creando contenidos de los temas que más le inspiran. Adora viajar, moverse y conocer mientras se pregunta sobre la existencia y aprende sobre el arte de observar y ser.

77 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page